El pasado 4 de abril, tuve el honor de ser invitado a participar en una cata inédita e histórica organizada por Bodegas Montecillo y su importador para México Exclusivas Benet. La cata, dirigida espectacularmente por su enóloga Mercedes García, incluyo las añadas de la línea Montecillo Gran Reserva Selección Especial: 1975, 1982, 1994, 2001 y por último Montecillo Reserva 2010.

Bodegas Montecillo fue creada en el año de 1874 en el pueblo de Fuenmayor parte de la Rioja Alta, convirtiéndose en la tercer bodega más antigua de la zona y de todo Rioja. Al principio perteneció a la familia de José Luis Navajas y en 1973 paso a manos del Corporativo Osborne, ampliamente reconocido por sus bodegas en el Marco de Jerez y su línea de jamón ibérico 5J.

He de confesar que yo soy un apasionado de toda la vida de los vinos riojanos, son caldos que han guardado durante décadas una identidad peculiar: la tradición, la herencia del terroir y los procesos de elaboración poco han cambiado con el paso del tiempo. En entrevista con Mercedes García (enóloga), descubrí que si bien hay modernidad en Montecillo, esta es diseñada para proteger esa identidad típica de la DO, haciendo solo pequeños ajustes para permanecer en el mercado sin descuidar sus orígenes.

Para enriquecer la vinificación, se apoyan de una calidad excepcional en su materia prima: La uva, que si bien, no son propietarios de los viñedos, si tienen convenios con los productores de la zona, quienes por herencia y tradición, jamás se desprenderían de tan valiosos tesoros, así que la estrategia de Montecillo es permitir que estos viticultores sean los protectores de las vides más atesoradas de la región, de esta forma, también se aseguran de contar con una materia prima de muy alta calidad.

Para los amantes del eno-turismo, Montecillo resulta ser también una visita obligatoria, sus instalaciones resguardan más de 20,000 barricas de roble francés y americano, pero quizá lo más impresionante es su impresionante botellero, el cual cuenta con miles de botellas acomodadas de forma manual y que lo convierten en el más grande de la Rioja y probablemente del mundo.

Regresando a la cata vertical, ya he publicado en mis redes las impresiones de cada vino. En resumen, debo decir que desde que conozco esta bodega, siempre me ha impresionado con sus caldos y en esta ocasión no fue la excepción, he descubierto un proceso de evolución en sus tendencias, pero siempre manteniendo la identidad de la bodega, gran trabajo que han hecho sus diversos enólogos y que es de reconocerse.

En lo personal, mis favoritos fueron las añadas ´75, ´82 y 2001, lo lamentable fue saber que de la añada ´75 solo se tienen 39 botellas en existencia, bueno ahora 38 contando la de la cata.

Me queda claro que Bodegas Montecillo tiene un compromiso con la historia, dejando establecido que no pretenden una marcada modernidad, pero si una evolución con identidad, y que mejor forma de demostrarlo que su nueva campaña “¿Dónde estabas tú?” haciendo alusión a ¿En dónde estabas cuando se estaba elaborando cada una de las añadas de esta campaña? Y que pueden ver en su canal de youtube/BodegasMontecillo

Raul Vega

CEO de Terravid